Os suenan estas frases:
- Los hombres son más independientes, fuertes, decididos, aventureros, competitivos, etc. que las mujeres.
- Las mujeres son emocionalmente más dependientes, tienen menos ambición, son más frágiles, etc., que los hombres.
- Las niñas son más buenas y tranquilas que los niños.
- Las mujeres son más de letras que de ciencias.
- Los hombres son más emprendedores que las mujeres.
- Las mujeres se deben a su marido e hijos.
- El deporte es cosa de chicos
Los estereotipos de género se
refieren a ideas exigidas y fuertemente asumidas por la sociedad, sobre las
actitudes, aptitudes y características que definen el rol a desempeñar en dicha
sociedad por mujeres y hombres. Éstos, tienen su origen y se fortalecen
mediante el proceso de socialización de la persona al interactuar con diferentes
agentes sociales: familia, escuela, amigos, medios de comunicación, etc., y a
través del lenguaje y la de la imagen.
Los estereotipos afectan tanto a
hombres como a mujeres, tanto positiva como negativamente, condicionando los gustos, las expectativas, las
profesiones y ocupaciones, en definitiva, el puesto en la sociedad y el rol a
desempeñar en la misma, poniendo en práctica una serie de comportamientos admitidos
como masculinos o femeninos, lo que define las identidades de género, base real
de la desigualdad entre las personas.
La Coeducación, o Educación no
sexista, junto a la educación de las emociones y la atención al currículum
oculto que se pueda transmitir a través de la familia, los centros educativos,
y/o la sociedad en general, puede manifestarse como herramientas eficaces para
abordar y contrarrestar dichos efectos en las generaciones venideras favoreciendo
que niños y niñas adquieran los valores, y las habilidades, capacidades y
aptitudes necesarios, que les permitan, independientemente de su sexo,
integrarse en la sociedad como personas libres y con las mismas oportunidades.
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